Tras la polémica mundial por los casos aislados de trombosis en algunas personas que habían sido vacunadas contra el covid con la Astrazeneca y la Johnson & Johnson, un grupo de investigadores austríacos descubrió un cóctel de medicamentos que, si son administrados con rapidez, pueden salvar la vida de los pacientes que presentan ese efecto adverso tras la inoculación.
Los especialistas del Departamento de Medicina de la Universidad de Viena y del Hospital General de la capital austríaca, revelaron que la combinación de anticoagulantes (sin heparina), inmunoglobulinas en dosis altas y cortisona es muy eficaz para evitar las trombosis graves.
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Si bien se trata de situaciones muy extrañas, los pocos casos de trombosis asociados con la aplicación de esas dos vacunas generaron dudas a nivel mundial, al punto que algunos países como Dinamarca prohibieron la aplicación de la Astrazeneca en su población, mientras que Alemania y Francia la limitaron a las personas de más de 60 años.
Según informaron los especialistas del estudio científico, publicado en la revista Journal of Thrombosis and Haemostasis, ese cóctel de fármacos puede revertir el llamado VIPIT (síndrome de trombocitopenia protrombótica inducido por la vacuna). Este aparece en contadas ocasiones tras la aplicación de la vacuna contra el covid, es muy raro, pero puede llegar a ser mortal si no se trata a tiempo.
Se trata de una afección muy parecida a un efecto secundario poco común de la heparina (un anticoagulante) llamado Trombocitopenia Inducida por Heparina (HIT). Lo que sucede en esos casos es que algún componente de la vacuna se une a una proteína llamada factor plaquetario 4 (PF4) y forman un complejo. Algunas personas generan anticuerpos contra ese complejo, lo que provoca un nivel bajo de plaquetas y un aumento de la trombina (una proteína que favorece la formación de coágulos o trombos), lo que puede desencadenar en una “reacción de coagulación fuera de control” y favorecer la trombosis. “Se trata de una respuesta inmunitaria exagerada y anómala a la vacuna que es muy rara”, señalaron los investigadores.
Los especialistas explicaron además que los concentrados de inmunoglobulinas contienen anticuerpos que pueden bloquear una incorrecta respuesta inmunitaria, mientras que aclararon que los anticoagulantes que se administran no pueden ser heparina porque en estos casos podrían desencadenar una trombosis.
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“Nuestro caso (una mujer de 62 años que había recibido la vacuna de AstraZeneca y nueve días después empezó con síntomas de trombosis) es el primero que sugiere que la administración temprana de anticoagulantes sin heparina (la reacción extraña a la vacuna es similar a un efecto raro de la heparina) y las dosis altas de inmunoglobulinas puede frenar el proceso trombótico en pacientes con VIPIT y salvarles la vida. Esta experiencia podría ser de gran ayuda para tratar a otros pacientes”, señaló el hematólogo Paul Knöbl, coordinador del estudio científico.
La Federación Española de Asociaciones Médicas y Científicas recomienda para el tratamiento de la VIPIT lo siguiente: “Administrar inmunoglobulina intravenosa; evitar el uso de heparina, empleando como anticoagulante argatroban, bivalirudina, fondaparinux, rivaroxaban o apixaban, y evitar la transfusión de plaquetas”.
La tasa de mortalidad del VIPIT es elevada (40%) y requiere un tratamiento inmediato. No obstante, todavía falta más evidencia científica al respecto.
Fuente: TN