Revelan que una momia egipcia no es humana y la vinculan con el Dios de la Muerte
Escrito por PlayFM Tucumán el 11 junio, 2021
Tiene entre 2500 y 3000 años. Casi un año después de su hallazgo, no está claro cómo fue descubierta.
Hace casi un año, en julio de 2020, un grupo de expertos pareció haber logrado desentrañar la verdad acerca de una misteriosa momia egipcia que, por su tamaño, creían que pertenecía a un niño.
La momia, que tiene entre 2500 y 3000 años, estaba conservada en el Museo Nacional Marítimo de Haifa y fue trasladada en ese momento a un hospital israelí en donde le realizaron una tomografía computarizada.
Tras el estudio, los investigadores se sorprendieron al descubrir que los restos de esta supuesta momia infantil era, en realidad, una «escultura» de barro y granos que representa a Osiris, el antiguo señor egipcio del inframundo y el Dios de los Muertos.
«Es lo que se conoce como una ‘momia de grano’ o ‘momia de trigo'», explicó Ron Hillel, de los Museos de Haifa. «Contienen barro y granos, y tenían forma de momia, de ahí el nombre», sumó.
La figura mide cerca de un metro y calculan que pertenece a la primera mitad del primer milenio antes de nuestra era. En este caso, ya había sido analizada junto con otra momia de un ave que fue identificada como un halcón.
En ese momento, los investigadores obtuvieron «resultados inciertos» por lo que hicieron este nuevo análisis para descubrir exactamente qué era. El otro sarcófago contenía un halcón momificado, una criatura estrechamente asociada con Horus, el Dios de la realeza y el cielo.
Los dos sarcófagos formaban parte de la colección del Museo Marítimo de Haifa desde hacía mucho tiempo, pero los expertos dudaban del registro oficial que sugería que contenían corazones momificados.
Hasta el momento, un año después del hallazgo, sigue el misterio: la forma en las que las momias fueron descubiertas antes de llegar al museo no están claras. Una de las teorías de los investigadores es que hayan sido enterradas en una tumba, muy posiblemente la tumba de un faraón, como una ofrenda a los dioses en nombre de los fallecidos.
«En el antiguo Egipto, cuando había una tumba creada para un ser humano, colocaban ciertos artefactos e, incluso, animales con estos restos momificados», indicó en su momento Marcia Javitt, directora de la división de imágenes médicas del Hospital Rambam.
Además, describió: «Las aves en el antiguo Egipto tenían un papel muy importante en tanto se pensaba que eran protectores, por lo que a menudo las colocaban en las tumbas con los faraones. No digo que este pájaro haya venido de la tumba de un faraón, pero es muy posible que tenga algo que ver con ese tipo de historia».