LAS INMUNIDAD DE LAS VACUNAS DE PFIZER Y MODERNA PODRÍAN PROTEGER DE POR VIDA CONTRA COVID-19, SUGIERE UN ESTUDIO
Escrito por PlayFM Tucumán el 30 junio, 2021
La inmunidad provocada por las vacunas de Pfizer y Moderna podría permanecer por años, en especial en quienes estuvieron enfermos de COVID-19.
A pesar de que todas las vacunas que se aplican en el mundo son seguras y efectivas para proteger de COVID-19 grave, hospitalización y muerte, un estudio publicado en Nature que analizó a fondo la respuesta inmune de las dos vacunas desarrolladas a partir de ARN mensajero (Pfizer y Moderna) sugiere que su eficacia podría mantenerse durante años.
Las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna tienen una misma plataforma común: ambas están desarrolladas a partir de ARN mensajero, una técnica pionera que consiste en secuenciar la información genética del virus e introducirla al organismo para que las células se encarguen de producir un antígeno específico que brinda protección contra el virus.
El ARN mensajero lleva consigo las instrucciones necesarias para que las células produzcan un antígeno específico de la enfermedad. “Una vez producido dentro del cuerpo, el antígeno es reconocido por el sistema inmunológico, preparándolo para luchar contra el virus real”, explica la Universidad de Cambridge.
Y aunque desde el inicio de la vacunación se han puesto en marcha diversos estudios para conocer cuán duradera resulta la protección de cada vacuna, las inmunizaciones estudiadas más a fondo son las de ARN mensajero desarrolladas en los Estados Unidos.
El estudio suma evidencia creciente a otras investigaciones previas que apuntan a que aún después de la disminución normal de anticuerpos al cabo de unos meses, el sistema inmune a largo plazo es capaz de identificar la infección y combatirla de forma eficiente en personas vacunadas.
En el caso de las vacunas de Pfizer y Moderna, los autores hallaron que aún después de cuatro meses de su aplicación, los centros germinales de los ganglios linfáticos que se encargan de activar a las células B de memoria (y estas de “recordar” a los agentes infecciosos para combatirlos en caso de una reinfección) se mantienen activos, una señal de que el número de células de memoria se mantiene constante a largo plazo.
Dentro de todas las personas vacunadas, la investigación considera que la protección podría ser más larga (quizá para toda la vida) en las personas que desarrollaron inmunidad después de recuperarse de una infección de COVID-19 y posteriormente fueron vacunadas. Lo contrario podría suceder con adultos mayores y personas inmunodeprimidas, en quienes la probabilidad de recibir una dosis más de refuerzo al cabo de un tiempo puede ser más alta.
El estudio no analizó la protección a largo plazo de otras vacunas y sugiere que este efecto duradero resulta útil contra las variantes conocidas hasta ahora del virus; sin embargo, la alta circulación de diversas mutaciones podría cambiar la situación en cualquier momento.
Fuente: Muy Interesante.