El histórico reclamo vecinal de contar con más infraestructura
Escrito por PlayFM Tucumán el 4 marzo, 2021
Por años ha sido un reclamo de la dirigencia fomentista, pero la infraestructura necesaria para los barrios de Mar del Plata-Batán requiere de una ingeniería económica y financiera que excede las propias posibilidades del municipio.
Está muy claro que la recaudación por tasas, más la coparticipación que viene de provincia y de nación, nunca alcanzó, y hoy tampoco, para llevar adelante grandes emprendimientos como nuevas obras de OSSE o concretar la tan anhelada avenida de circunvalación.
Siempre dependiendo de apoyos por fuera de los recursos comunales, salvo excepcionales desarrollos como el acueducto que pensaron, diseñaron y concretaron los vecinalistas de la zona sur en la década del `80.
Por años insistimos en la necesidad de avanzar con la autonomía municipal que no pudo ser tratada en la reforma constitucional bonaerense de 1994, pero sí quedó ratificada en el debate de la nacional.
Como mecanismo resultaría sumamente importante para municipalidades como la de General Pueyrredon, potenciando su propio PBI y volcando esos fondos a los trabajos más prioritarios que actualmente no pueden concretarse.
Además, esta disponibilidad de activos traería mayor independencia al accionar comunal y daría más oxígeno a las administraciones locales, que tendrían espacio y tiempo para imaginar el crecimiento de sus comunidades.
Nuestros barrios vienen aguantando por décadas y en muchos casos nacieron del asentamiento desordenado, precisamente porque no existió una planificación previa tal como la que proveyó el recordado IMDUR.
La focalización de proyectos en los barrios permitiría acrecentar la obra pública y, por ende, generar puestos de trabajo en un cuadro social muy complicado en el distrito.
La discusión del transporte público de pasajeros, el demorado debate de un nuevo Código de Ordenamiento Territorial y la inclusión del aspecto ambiental como cuestión inexorable, perfilan este momento como favorable para empezar a cambiar el paradigma de crecimiento de un centro urbano que ya no resiste otro tipo de análisis.
La villa balnearia es sólo el recuerdo histórico de los inicios como ciudad.
El presente nos reclama las mejores ideas para dar soluciones a los barrios, los que siempre aportaron al sostenimiento de la postal turística y casi nunca recibieron los servicios por los que siguen pagando.
Es una decisión política ineludible.